Película: El florido pensil

El florido pénsil es una película dirigida por Juan José Porto. Cuenta el desarrollo de los hechos en una escuela del sistema educativo franquista español, centrándose en la vida de una serie de niños.

En la película se refleja como la religión es una parte fundamental de la educación en esta época. El catolicismo formaba parte de la enseñanza ordinaria, incluso a la hora de entrar en clase, una de las normas en las escuelas era que el alumno saludara con el tradicional "Ave María Purísima", siendo contestados por el maestro: "Sin pecado concebida". Otra disposición fue, con el precepto de acudir a misa los domingos, que los alumnos asistieran con sus maestros, a aquella iglesia en donde la misa fuese celebrada por las Organizaciones Juveniles.

("Normas para la Escuela Primaria". 6 de mayo de 1939).

En el aula no podían faltar los símbolos que aludían a la religión, como un crucifijo  y una imagen de la virgen. Además destacaba un retrato de franco en el centro de la pared frontal, encima de la pizarra, objetos que debían lucir cada clase de forma obligatoria.


Las escuelas estaban separadas por géneros, y cada uno aprendía diferentes contenidos, puesto que los roles del hombre y de la mujer en esta sociedad estaban muy definidos, y raramente se descarriaban de ese papel, así a cada uno los formaban según lo que debieran ser de adultos.
Los contenidos que tenían aprender los alumnos estaban totalmente controlados, en historia solo se aprendían aquellos contenidos que favorecían al régimen que estaba impuesto y el aprendizaje era totalmente memorístico, pues la intención era que el alumno no razonara, que no pensase por sí mismo, para que así fuesen guiados por donde interesaba al sistema político.

Se empleaban castigos físicos y psicológicos, para corregir actitudes en el alumno, o en situaciones en las que el niño no aprendía bien la lección. El dialogo entre alumno y profesor no existía.

 

Tras ver esta película hemos llegado a una conclusión, que podemos expresar con la siguiente frase “educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros” (Herbert Spencer).

En este sistema educativo, lo importante no era formar personas sino discípulos del régimen político, que no creasen problemas para que este siguiera con su funcionamiento adecuado.

Es fácil manipular la mente de un niño, sobretodo en sus primeros años escolares, y en diversas situaciones esto se ha usado en el favor de los alumnos o en su contra. Por ello es importante los valores morales de los que disponga un/a maestro/a, que su intención sea la de formar a personas capaces de pensar por sí mismas, de elegir, de razonar… pues al fin y al cabo, además de los contenidos curriculares, y el valor cultural que las personas debemos conocer, el fin principal de la educación debe tratar de hacer libres a las mujeres y a los hombres.

 

“La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle”. Maria Montetessori.